Apareció una mañana. Se coló en mi corazón, hizo algunas maromas y sonrió. Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks (parafraseando a Joaquinito). Desapareció en un maullido de tren. Cupido ya no se burla de mí, ahora es nada menos que San Francisco de Asís.
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8 Lenguas inquietas:
Buenísimo!!
y lo siento.
Que buena ironía. Saludos.
Curiosamente, acabo de pasar una experiancia como esa, llegó y se fue, y yo me quedé como si hubiera recibido un pelotazo en plena boca del estómago...Lo detesto por Dios...
Vayaaaaaa!!!! Disfrutaste del momento?? Espero que así sea. Un abracito ( por si lo necesitas).
que paso con el gatito?
Misi encontró otro hogar...
el tiempo te curará la herida
Que madre cuando pasa eso. Pero luego uno se acostumbra.
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