Que me perdonen el atrevimiento, pero hasta ahora los resultados de las elecciones 2007 en Guatemala no parecen alentadores.... Y como parece que la memoria es lo único que nos va quedando, reproduzco aquí este texto del poeta Otto René Castillo, para no olvidar el sueño del quetzal.
Vámonos Patria a caminar (fragmento)
Pequeña patria mía, dulce tormenta,
un litoral de amor elevan mis pupilas
y la garganta se me llena de silvestre alegría
cuando digo patria, obrero, golondrina.
Es que tengo mil años de amanecer agonizando
y acostarme cadáver sobre tu nombre inmenso,
flotante sobre todos los alientos libertarios,
Guatemala, diciendo patria mía, pequeña campesina.
Ay, Guatemala,
cuando digo tu nombre retorno a la vida.
Me levanto del llanto a buscar tu sonrisa.
Subo las letras del alfabeto hasta la A
que desemboca al viento llena de alegría
y vuelvo a contemplarte como eres,
una raíz creciendo hacia la luz humana
con toda la presión del pueblo en las espaldas.
¡Desgraciados los traidores, madre patria, desgraciados.
Ellos conocerán la muerte de la muerte hasta la muerte!
¿Por qué nacieron hijos tan viles de madre cariñosa?
Así es la vida de los pueblos, amarga y dulce,
pero su lucha lo resuelve todo humanamente.
Por ello patria, van a nacerte madrugadas,
cuando el hombre revise luminosamente su pasado.
Por ello patria,
cuando digo tu nombre se rebela mi grito
y el viento se escapa de ser viento.
Los ríos se salen de su curso meditado
y vienen en manifestación para abrazarte.
Los mares conjugan en sus olas y horizontes
tu nombre herido de palabras azules, limpio,
para lavarte hasta el grito acantilado del pueblo,
donde nadan los peces con aletas de auroras.
La lucha del hombre te redime en la vida.
Patria, pequeña, hombre y tierra y libertad
cargando la esperanza por los caminos del alba.
Eres la antigua madre del dolor y el sufrimiento.
La que marcha con un niño de maíz entre los brazos.
La que inventa huracanes de amor y cereales
y se da redonda sobre la faz del mundo
para que todos amen un poco de su nombre:
un pedazo brutal de sus montañas
o la heroica mano de sus hijos guerrilleros.
Pequeña patria, dulce tormenta mía,
canto ubicado en mi garganta
desde los siglos del maíz rebelde:
tengo mil años de llevar tu nombre
como un pequeño corazón futuro
cuyas alas comienzan a abrirse a la mañana.
Informe de una Injusticia (1979)
Otto René Castillo
8 Lenguas inquietas:
Una tristeza de verda como alguien como Otto Pérez puede quedar de primero.
Bueno, parece que en las últimas horas ha habido un cambio positivo: Colom lidera el porcentaje de votos, tal vez el pequeño corazón de Guatemala comience a florear algún día.
Esperemos que para la segunda vuelta electoral se imponga la verdad y la razón, para que nunca más se vuelvan a producir los hechos tan nefastos que se vivieron hace tan pocos años en esa hermana nación.
al final siempre es triste q EN GUATEMALA un comemierda de "mano dura" saque más votos que una indígena.
Código: Podés leer este artículo: http://www.creatividadfeminista.org/articulos/2007/rigoberta_menchu.html
A propósito de la Rigoberta, ayuda a comprender un poco lo sucedido.
Pareciera que el desaliento se ha apoderado de este blog. Si seguimos así terminaremos diciendo que no vale la pena luchar porque la gente marginada no se lo merece. Estos datos y otros solo nos enseñan que los utopías están ahí para hacernos sentir más humanos... en el amor a los que aún ni siquiera nos comprenden. Gracias, Lau.
Laura: siempre encuentro una expresión común en la poesía de Roque Dalton, Otto René Castillo y Jorge Debravo, y son los poetas centroamericanos que más me gusta leer, aunque Dalton me da más tensión existencial.
Difiero de vos, mantener el recuerdo no es lo único, es bastante. Librarse del olvido es ya en sí toda una proeza.
Linda, linda poesía.
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