Intentás conversar en un bar cualquiera con tu amiga diabólicamente cómplice, pero...
Arriba el casi octagenario filósofo que adorás por inteligente y simpático, pero que continúa siendo familia política del ex que te arruinó la primera mitad de la vida por ser un derechista manipulador que nunca pagó pensión alimenticia a los hijos de sus tres ex-esposas y casi te embauca como cuarta... En fin, que el señor filósofo acomoda su bastón, se pide una cerveza (vos pensás: se toma una y se marcha), pero cada vez es un esfuerzo mayor entender sus palabras atoradas en la garganta, pide una cerveza tras otra...
Hace su ebria aparición otro de tus ex, el de la crisis poético-moral que cantaría con Gardel 20 años no es nada, aunque sean diez... Y llora, golpea la mesa, destripa las articulaciones del filósofo, lo reta con la mirada, está descontrolado y celoso del pobre anciano. Ya no sabés a quién se le entiende menos: si al filósofo con problemas en las cuerdas vocales o al borracho necio que balbucea que le has partido el corazón al verte en la T.V. Vos le sugerís que apague la tele o cambie de canal los martes por la noche.
Entonces decidís escapar del bar. Te refugiás en un cajero bancario, sin embargo...
¡Ahora te toca ponerle un final a esta historia!
Arriba el casi octagenario filósofo que adorás por inteligente y simpático, pero que continúa siendo familia política del ex que te arruinó la primera mitad de la vida por ser un derechista manipulador que nunca pagó pensión alimenticia a los hijos de sus tres ex-esposas y casi te embauca como cuarta... En fin, que el señor filósofo acomoda su bastón, se pide una cerveza (vos pensás: se toma una y se marcha), pero cada vez es un esfuerzo mayor entender sus palabras atoradas en la garganta, pide una cerveza tras otra...
Hace su ebria aparición otro de tus ex, el de la crisis poético-moral que cantaría con Gardel 20 años no es nada, aunque sean diez... Y llora, golpea la mesa, destripa las articulaciones del filósofo, lo reta con la mirada, está descontrolado y celoso del pobre anciano. Ya no sabés a quién se le entiende menos: si al filósofo con problemas en las cuerdas vocales o al borracho necio que balbucea que le has partido el corazón al verte en la T.V. Vos le sugerís que apague la tele o cambie de canal los martes por la noche.
Entonces decidís escapar del bar. Te refugiás en un cajero bancario, sin embargo...
¡Ahora te toca ponerle un final a esta historia!
9 Lenguas inquietas:
Mi fin: Ahí va.
Se puso de pie, sin importarle que su rostro se estuviera despellejando mientras lo hacía. ¿Qué tal?
hombres del siglo pasado. Todavía pulupan.
Lite: vamos, qué poca imaginación!
Julia: podés ubicar los hechos en cualquier siglo...
se va la luz ?.. mm muy predecible.
Puta cajero, que como aquellos dos,son pura pantalla y no funcionan.
Revisás la cartera.
Sí,todavía queda lo suficiente para comprar una botella de tinto y pasar al video.
Entonces lo ves a él, no importa el nombre de peli que tienes en las manos. Te coquetea descaradamente y oís el acento argentino cerquita de la oreja mientras cerrás los ojos. En ese momento decidís que te lo llevás a la casa a pesar del formato DVD.
Mañana contarás sonriente en la oficina que pasaste la noche con Darío Grandinetti.Quien te salvó de una película mala donde salía un poeta necio y un filósofo octagenario.
(jajaja, proyección?)
Te das cuenta que has dejado la cartera en el bar. Corrés de vuelta pidiéndole a una deidad que olvidaste al principio del naufragio de tu adolescencia, que el bartender o el anciano la hayan recogido.
Pero al máximo de la ley de Murphy -al que reputeás con devoción- te das cuenta que tu ex pierde paso tras tuyo, desordenado y desordenando con su sola presencia la acera destrozada. De su mano derecha -¿pero no era zurdo?- estrangula la pobre cartera. De fijo ya arruinó las tarjetas, y el retorcijón de asco que no te has confesado que sentiste se hace insoportable. La peste a cigarrillo duro y malo y a cerveza, que viven en él, ayudan con gran efecto a una naúsea. Dámela, sin una inflexión de más en el tono aserrado que aprendiste a utilizar contra él los últimos dos meses hace diez años.
La dejgashte iraay esijjuuuee¡puta! sishta ba ardando, nnnn par pishhzos se q q q qrgrandilito. Pensaste que sería más entendible hablando en Arameo por señas, pero al menos te la alargaba. Tge sigo eriendo. Yo no y te largás, pero al final vos lo hacés, con un humor de ácido búrico a maldormir por la gastritis súbita. No ha cambiado nada entre nosotros.
A la mañana siguiente tu otro ex, el pariente del filósofo te llama a una hora poco amena. ¿Qué pasó? Te sorprende que él te llame luego de tanto tiempo, si hasta se le notaba que estaba feliz lejos de vos y vos ni que se diga. ¡¿Qué putas pasó?! ¡¿Por qué me hablás así malnacido?! Anoche un desgraciado casi mata a Goyo. Dice alguna gente que vos estabas allí.
PD: pura vida, Lau Fu. Gracias. Sobre el queque, qué tal el viernes después de las cinco. Estoy esperando que Furia me diga dónde les podría quedar más fácil vernos.
Kasiopea y Buitre: Me he reído de buena gana con estos dos últimos finales, gracias por poner a trabajar su creatividad!
Si culpable yo es que mi mente anda en azares del amor. Por cierto Lau te invito a mi blogcito www.bosquedebonsais.blogspot.com date la vuelta, te había contando que estoy en aras de publicar? Bueno sepalo. Besos.
Esperas impaciente el cese de esa lluvia loca que no te deja moverte más lejos de ese par de artistas. Mientras la lluvia sigue decides sacar dinero del cajero (el cual queda al frente del bar) para tomar un taxi; es de noche así que esta vez no caminaras hasta tu casa, que en un día sin lluvia no te importaría hacerlo, pero en el instante de introducir la tarjeta, ah!!! Se fue la luz…no puede ser piensas. Mañana tendré que venir por ella, y yo con que tiempo. Tu amiga se había despido minutos antes, piensas en llamarla pero para sorpresa la batería de tu celular se había ido ya hace un buen rato. Ya no sabes si quedarte o mojarte; que más podría pasar piensas, y terminando de especular en eso, cuando desde el frente alguien con un encendedor hace círculos como si estuviera en algún concierto, su voz la reconoces; y con dificultad va diciendo tu nombre en todas las escalas de las notas musicales. Horror…tengo que huir, definitivamente me mojaré antes que volver oír a ese tipo...
Lau fu, siempre te leo y me gusta como escribes; yo no soy tan bueno para eso pero aún así lo intento en mi blog...
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