Estaba leyendo este artículo sobre la revuelta en Grecia, y de repente me pregunté por azar: ¿Qué hicimos nosotros cuando asesinaron a Julio Acuña? ¿Qué haremos nosotros, en unos meses, años, cuando advirtamos que ni hicimos nada, ni sabemos aún quién lo asesinó?
...Por cierto, feliz navidad, no se vayan a incendiar sus casas con tanta pasión contenida.
...Por cierto, feliz navidad, no se vayan a incendiar sus casas con tanta pasión contenida.
6 Lenguas inquietas:
De verdad que es lamentable todo lo que ha sucedido, pero lo peor del caso es que seguirá sucediendo si no se toman medidas drásticas sobre el asunto, tanto aquí en Costa Rica como en cualquier otra parte del mundo.....que lo digan en Grecia.
Saludos Laura y que estés bien.
¡jo!
en el sálvese quien pueda que se ha convertido Costarrica, país del absurdo,se podrían dar o la más profunda manifestación del "porta mí" o la rabia; y ahí que Alá nos ampare
Ivania Madrigal?
Tomás: ¿Medidas drásticas? ¿Más represión? ¡Pero de qué estás hablando! Esa es la mentalidad en el poder que alimenta las revueltas, ese es lo que hay que cambiar precisamente...
Adrián: en el país del "porta mí" parece que eso es lo que nos gana.
Julia: ¿Estás hablando de Ivannia Mora? ¿La periodista asesinada?
Hola Laura creo que no me di a entender con lo que escribí, pero en resumen a lo que me refiero con medidas drásticas es a ponerle freno a tanta impunidad, empezando con leyes más severas, haciendo que los jueces hagan valer la ley, es decir que no dejen salir bajo fianza o con medidas cautelares de mantequilla a los roba carros, asesinos, agresores, etc. También que por una vez y por todas se les dé un verdadero equipamiento y entrenamiento a los policías, así como educación y un salario más digno, a ver si acaso así se disminuye la corrupción entre ellos, además de aumentar y mejorar las instalaciones de los presidios, porque seamos francos, si en verdad la ley funcionara no habría campo para tanto criminal que anda suelto, y sobre todo que se le impongan sanciones severas a los jueces que incumplan con su deber.
Saludos Laura y feliz año por anticipado.
Tomás: Bla, bla, bla... Es otra cosa muy distinta la que hace falta. Se llama humanidad, imaginación, solidaridad... Algo huele a podrido en Dinamarca (y en todo el mundo) desde Shakespeare hasta hoy.
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