Te lo aseguro, San José es más que un recuerdo. La capital que conociste de niño quizás está asfixiada en alguna alcantarilla de la calle 8, pero conozco chicos y chicas que no le temen al querido cadáver putrefacto y en él se instalan. Se apropian de sus parques y plazas, convierten lo apenas transitable en territorio propio, se amigan de los seres de la noche y no tiemblan como vos ante el espacio urbano, porque ellos serán sus dioses y el pueblón con ganas de ciudad los engullirá cuando tus ojos ya no contemplen la ciudad que ve mi corazón.
Segunda
Cuenta la leyenda que a 58 km de San José estuvo la tierra del destierro de algunos intelectuales y subversivos costarricenses de principios del siglo XX. En éste lugar llamado San Ramón de Alajuela, hoy en día se ubica también un enorme precario llamado Bajo Tejares. Ahí habitan unas mil familias de bajos recursos, la mayoría migrantes nicaragüenses.
Continúa siendo un lugar de destierro; el taxista nos deja a la entrada del precario, no se anima a entrar porque ahí "no vive gente buena". Con rabia descendemos del auto, sabiendo que la bondad de las personas nunca ha radicado en su cuenta bancaria, y tiende a ser inversamente proporcional a sus rentas anuales. No es necesario caminar mucho para llenarse de barro hasta las rodillas, ha llovido, por lo que la tierra, el pasto y el agua forman un encaje de dudoso gusto alrededor de zapatos y pantalones.
Finalmente llegamos a un templo evangélico donde las mujeres se encuentran reunidas. Templo es mucho decir, unas bancas resguardadas por cuatro paredes de zinc y un techo similar nos protegen del aguacero. Usamos palabras que ellas encuentran bonitas: salud, placer, derechos, sexualidad, prevención, mitos... Escuchamos sus historias y resuenan en nuestros oídos: golpes, enfermedades, obligaciones, partos, hijos, hijas, marido... El pastor nos ha prestado el templo sin imaginar que muchas mujeres comienzan a hablar de su cuerpo como un objeto sagrado. Las niñas corretean alrededor de sus madres, algunos niños juegan con un zagüate bajo las bancas del templo, surgen gritos, ladridos y preguntas de un aguacero incontenible.
Tercera
¿No te preguntás por qué hubo gente que no votó en el referéndum sobre el TLC? ¿Será esa la gente que nunca comprendió qué relación tenía este modelo de desarrollo con su vida? ¿Será la gente excluida; esas chicas y chicos que pululan en las entrañas del cadáver josefino, o quienes han hecho del asfalto su cama, o serán las personas desterradas, las que sólo importan a la hora de hacer un censo para el Estado, o esa otra "gente que no es buena"? Esta es la gente que nunca formó parte del proyecto nación de este país, esa es "The Real Geo of Costa Rica".