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28.9.06

Efeméride


Ni orgullo ni piedad

... Aunque estas líneas estén lejos de la furia mayor, de repente una recibe un correo de un hombre que amó, por el cual se estuvo dispuesta a reconolonizar la Antártida y reducir cabezas de californianos, y él solamente se preocupa por saber si una "se ha recuperado", y si "va mejor", como si de una enfermedad se tratara...

Y una no sabe si seguir llorando, o darle más material al subconsciente para que continúen las pesadillas con él; en el avión, el baño, la cama... en fin, que esta semana comienzo a bailar el cuerpo, a movilizar la rabia en círculos concéntricos, para que le alcance el magnetismo de esta otra furia.

24.9.06

Dimensión desconocida

El otro día escuché una noticia que decía que según los últimos descubrimientos escuchar voces es bastante normal en las personas. Parece que algunas lo aceptan, otras no, igual otras escuchan voces agradables y otras, si han vivido experiencias traumáticas, tienden a oir sonidos y voces terribles.

Después de este hallazgo debo admitir que me siento deslegitimada. Mi locura ya no tiene nada de original ni de extraño. Tengo un libro a medio hacer que tendré que tirar a la basura, ahora que las voces que sigo escuchando se empeñan en entablar diálogos con las de otras personas y todo esto es absolutamente normal.

¡Qué mundo tan aburrido, ya ni la locura nos la tomamos en serio!
(Las voces me recuerdan que es hora de tomar el té con la Reina Isabel, disculpen ustedes, las otras voces presentes).

19.9.06

La espada y la fe


...Leyendo las declaraciones de Ratzinger sobre el Islam, una podría pensar que el ex-nazi padece de una amnesia sin precedentes.

Tal vez el actual jerarca eclesiástico no recuerde como los Papas se convirtieron en caudillos militares gracias a las prerrogativas del emperador Justiniano I, quien desde el año 554 concedió a los antiguos Estados Pontificios la posibilidad de contar y desarrollar un ejército propio que como tal destruyó ciudades y gentes...

O quizás no conozca la historia del continente americano, por ejemplo, donde el cristianismo hizo su triunfal entrada hace más de 5 siglos, de la mano de conquistadores salvajes, sifilíticos y ex-presidiarios que decapitaron, quemaron, mutilaron y asesinaron a nuestros ancestros en nombre de la evangelización promovida por sus majestades los reyes católicos...

Afirma Ratzinger que "quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas..."

Es divertido comprobar que a lo largo de la historia la fe se ha impuesto siempre bajo la sombra de una espada, tenga esta fe el nombre que tenga, sin embargo, creo que un proverbio cristiano dice: "no mires la paja en el ojo ajeno, pues ignoras el leño en tu propio ojo", un poco de sabiduría de algún profeta loco que hoy le vendría bien recordar al tal Ratzinger.

15.9.06

El valor de una vida no prescribe

Laura Fuentes Belgrave
Periodista y escritora

Este 14 de septiembre nadie cantará el himno nacional en mi casa. ¿Cómo hacerlo, cuando Viviana Quesada Campos, responsable del homicidio de mi tío, José Joaquín Belgrave Soto, hubiera cumplido su pena de 6 años de prisión por este delito cometido en el año 2000 en Heredia?

¿Cómo podríamos celebrar a la patria si nuestro Estado de Derecho declaró prescrito el crimen de profanación del cadáver de mi tío, y en consecuencia la absolutoria para la presunta responsable, a través de su apelación acogida en el 2006?

Quesada Campos retomó su camino después de una significativa reducción de pena que le permitió ser liberada incluso antes del 14 de septiembre. Las autoridades consideran que estos años de prisión (de 9 meses) conforman un tiempo suficiente para el castigo de alguien que no sólo asesinó, sino que también supuestamente quemó y seccionó a una persona, aunque no se le pueda juzgar por estas últimas acciones, prescritas debido a la lentitud impertérrita de los tribunales.

Más allá del enorme dolor que persiste en el seno familiar, preocupa saber que este caso no es único en su especie. Diariamente costarricenses y extranjeros son asesinados en nuestro país, sin que medie un sistema de justicia que resuelva estos crímenes de forma integral, acorde con los principios que dieron origen a nuestro proyecto de nación, convertido ahora en una república que se desmorona como los huesos de aquellos que amamos.
Por cada persona asesinada se multiplican las víctimas, no es un número de expediente a quien perdemos, nuestra pérdida es del valor de la vida cuando indiferentes pensamos que sólo es otro crimen más.

En Guatemala se dice: “No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos”. Es doloroso reconocer que ese sea el norte de una vida, pero es la memoria la que nos mantiene vivos, y en Costa Rica pareciera que ésta nos falla con demasiada facilidad para afrontar el mismo sistema que hemos creado.

Si en nuestro país ni siquiera a los asesinados podemos hacerles justicia, ¿cómo esperamos que el sedimento de este suelo procure estabilidad para sus futuros ciudadanos, si está manchado ingratamente con la sangre de sus hijos?

La prescripción de los delitos en Costa Rica no es nueva. El Estado tarda tanto tiempo en juzgarlos que los homicidas son castigados por una cuarta parte de sus acciones, no obstante, la justicia pregona que somos responsables de nuestros actos y en virtud de nuestra intención y del daño causado a terceros seremos debidamente juzgados.
Nadie podrá devolvernos la sonrisa franca, la conversación inteligente y el cariño de José Joaquín Belgrave Soto. Sin embargo, porque su sangre nutre la nuestra, no podemos olvidar lo sucedido, ya que nuestra memoria no prescribe. En un país eternamente nublado no se espera que la bruma se disipe, se actúa, por eso guardaremos silencio este 14 de septiembre.

En mi familia no cantaremos ningún himno al lado de un asesino ¿y en la suya?

13.9.06

Llover sin correr


Resulta que como de costumbre llueve a cántaros...

Hizo sol pero los rayos de tormenta cegaron al supuesto omnipotente. Por dentro sigue lloviendo desde tiempos inmemoriales, con truenos incluidos.
Es casi tiempo de partir, pero no como antes, a correr kilómetros bajo la lluvia, serán unos metros de agua, de empaparme de falsa ciudad, de creerme esta fábula de alguien que volvió pero nunca estuvo.